Arroces y paellas

La paella valenciana, aunque se supone por todos conocida, creemos que no está de más recordar sus verdaderos ingredientes, ya que ¡alguno se puede llevar sorpresas! No suele llevar marisco, ni mezclar carne con marisco, sino que se hace con pollo y conejo, con verduras (judía ancha, ferraura, etc.) y alubia típica (como el garrofó),  y dependiendo de la temporada o el lugar puede que lleve hasta caracoles o incluso alcachofa. Te animamos a que pruebes alguna vez en la vida una paella “de verdad”. En la zona de la Albufera, se suele cambiar parte de la carne por carne de pato, más grasa y sabrosa. Anímate también a probar y el arroz que se hay en la base de la paella, que se ha tostado más, está crujiente y buenísimo (se llama socarrrat en valenciano).

El arroz a banda no es exactamente un arroz de pescado, aunque en muchos sitios te servirán simplemente una paella de pescado y marisco; pero la versión más tradicional presenta la paella con arroz y trocitos de sepia, y como segundo plato el pescado utilizado para hacer el suquet o caldo, que se toma con all i oli.

La paella de mariscos, además de gambas y cigalas suele llevar mejillones y sepia.

Y como no, cambiando el arroz por el fideo, hay una estupenda versión de la paella de mariscos que se denomina fideuà, que suele gustar también mucho. Tradicionalmente se solía hacer con fideo grueso y curvo (especial para fideuà), pero en algunos locales lo preparan con fideo fino, que bien preparado se convierte en un plato gourmet. Se suele acompañar también con all i oli.

Si pides el arroz del señoret (senyoret en valenciano), te servirán una rica paella de marisco pelado, ¡para que no tengas que ensuciar tus manos!

Si quieres variar de los ‘arroces secos’ te recomendamos los arroces melosos (parecidos al risotto) o caldosos (recomendables cuando hace más fresquito). Hay una impresionante variedad de versiones y como están de moda suele innovarse mucho en los ingredientes. Hay de pescado, marisco o de carne y combinado con diferentes verduras o setas; por citar un ejemplo de un arroz que suele gustar mucho es la caldereta de langosta.

Otro de los clásicos es el arroz negro, aunque su color negruzco pueda ‘echar para atrás’ a más de uno, si no te condiciona el color y te apetece probar algún arroz diferente te va a sorprender su intenso sabor y textura, y si se prepara bien está exquisita. Se hace con caldo de pescado y marisco al que se añade la tinta de calamar.

Cambiando de recipiente (usando en este caso cazuela de barro) y cocinado al horno, otra de las sugerencias que suele gustar mucho es el arroz al horno (preparado sobre todo en pueblos de interior), y se cocina con costillas de cerdo y embutido además de patata, garbanzos y tomate: también ¡buenísimo!

Las recomendaciones anteriores serían de las más típicas pero si ya has probado muchas de ellas, te recomendamos que estés abierto a nuevas sugerencias que puedes encontrar en las cartas de muchos restaurantes, de arroces con unas combinaciones exquisitas y más novedosas, como por ejemplo arroz de pulpo y espárragos, o el de espinacas, ajos tiernos y setas, y un interminable cantidad de arroces que seguro harán tus delicias.

Si eres vegetariano, se sirven paellas de verduras que quitan el hipo, por lo que si no te convencen los ingredientes de las paellas típicas o simplemente quieres probar algo nuevo, ¡te animamos a que lo hagas!

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